Qué hacer cuando tu cuerpo sigue en tensión después de una discusión

Jul 12, 2025 | Gestión Emocional

¿Te ha pasado alguna vez?

Tienes una discusión —tensa, incómoda, de esas que te zarandean bien— y aunque ya ha terminado, tu cuerpo sigue como si estuviera en medio del campo de batalla.

Estás agitada.
No puedes concentrarte.
Y sientes como si tu cuerpo no se hubiera enterado de que ya se acabó el momento de pelear.

El problema ya no está fuera. Está dentro.

Porque incluso si la conversación se cerró o si cada quien se fue por su lado, hay algo que se ha quedado encendido por dentro.
Y eso tiene nombre: modo lucha activado.

¿Por qué pasa esto?
Porque cuando discutes, tu sistema nervioso entra en alerta.

El corazón se acelera.
Los músculos se tensan.
Y se dispara el cortisol como si hubiera que salir corriendo o defenderse.

La pelea acaba, sí. Pero el cuerpo no tiene un botón de “OFF” que nos apague de inmediato.

¿Y qué puedes hacer tú mientras tanto?
Aquí van algunas claves realistas.
Sin fuegos artificiales.
Sin posturas de yoga imposibles.

1. Muévete un poco (pero sin correr maratones)
Salir a caminar.
Poner música y moverte.
Estirar los brazos.
Lo que sea que le diga al cuerpo: «tranqui, no hay peligro».

2. Respira… pero de verdad
No hablo de «respira y cuenta hasta diez» como si fuera magia.

Me refiero a respirar lento y profundo, varias veces, para darle al cuerpo el mensaje que necesita:
«Ya no estamos en la pelea».

3. Ponle palabras a lo que ha pasado
No para quedarte dándole vueltas, sino para ubicar la emoción.

«Estoy tensa porque me he sentido juzgada»
«Estoy removida porque me he callado lo que quería decir»

Darle nombre a lo que te pasa ayuda a calmar el cuerpo.

4. Evita seguir recreando la escena
Sí, ya sé que tu mente quiere repetir la conversación 17 veces con diferentes finales.
Pero cuanto más lo haces, más mantienes el cuerpo activado.

Agradece a tu mente sus esfuerzos por protegerte y vuelve al presente.

Tu cuerpo no es tu enemigo
Solo necesita un poco de ayuda para salir del modo pelea.
Y cuanto antes lo ayudes, antes podrás volver a ti.

Porque no se trata de tener conversaciones perfectas sin conflictos.
Se trata de saber qué necesitas hacer después, cuando el cuerpo sigue tenso… aunque la discusión ya haya terminado.

¿Y tú?
¿Qué sueles hacer cuando notas que tu cuerpo sigue alterado después de una discusión?

Si ves que estos momentos se repiten más de lo que te gustaría, puedes reservar tu primera sesión gratuita y vemos cómo ayudarte a gestionarlo con más calma, claridad y consciencia.

¡Bienvenida!

Descubre una nueva forma de relacionarte con el mundo.

PROGRAMA

Gestiona tu ira