Cuando me enfado, mi tono de voz es notablemente más alto de lo habitual
Cuando me enfado, no puedo disimularlo, se ve claramente que estoy malhumorada
Cuando me enfado, digo cosas de las que luego me arrepiento
Cuando me enfado, es como un secuestro, siento que pierdo el control
Después de un enfado, me siento mal cuando recuerdo lo ocurrido
Me puedo llegar a enfadar por verdaderas tonterías
Me siento malhumorada muchas veces a lo largo del día y, aunque no me gusta, no lo puedo evitar
Cuando alguien comete un error, suelo recordarle que ya le había dicho antes cómo hacerlo bien
Si voy conduciendo y algún conductor me adelanta de mala manera o me quita el sitio cuando estoy a punto de aparcar, pongo mala cara y hago gestos de desaprobación
Cuando estoy en un atasco, me pongo tensa y digo palabrotas
Cuando me enfado con un objeto (por ejemplo, ordenador lento, me tropiezo o golpeo con algo…) le insulto como si fuera una persona
Cuando doy mi opinión a alguien puedo llegar a ser muy insistente hasta lograr que me haga caso
Cuando estoy muy enfadada, me hierve la sangre y me siento capaz de casi cualquier cosa
Cuando me enfado, es como si actuara por impulso
En más de una ocasión me han dicho que me enfado fácilmente, que no tengo paciencia
Cuando alguien hace algo que me molesta, le digo claramente lo que pienso, sin filtro y sin tener en cuenta cómo le puede afectar mi comentario a esa persona
Considero que enfadarse es necesario para que te respeten y para que te hagan caso
Cuando me propongo algo, prefiero hacerlo sola, no me gustan los imprevistos ni que me digan lo que tengo que hacer
En mi día a día tengo muchos hábitos y exigencias que debo cumplir a rajatabla
Por norma general, creo que la gente es desconsiderada, despreocupada, egoísta, injusta...
Si tengo temas pendientes, me estreso y me enfado con más facilidad
Si hago algo bien o que me ha llevado mucho esfuerzo, me enfado si no me lo reconocen