Diferentes cosas nos sacan de nuestras casillas, pero lo que nos enfurece a unos no tiene por qué ser lo mismo que irrita a otros. Por eso es importante recordar que «no existen los enfados, sino personas que se enfadan».
Cada enfado es único, excluso y particular de cada uno. Cada enfado nos cuenta una historia sobre nuestras necesidades. Pero en lugar de atenderlo y recoger esa información sobre uno mismo y hacer algo con ella, o no le hacemos caso o culpamos directamente a los demás sin hacernos ese trabajito interno que tanto nos puede ayudar a resolver nuestros propios misterios.
Si te sientes identificado con alguno de estos ejemplos, te invito a reflexionar: ¿qué hay detrás de tu irritación? Vamos a verlo:
1️⃣ Si eres de los que no soporta el desorden o las cosas mal hechas…
Si te molesta profundamente cuando algo está fuera de lugar o no se cumple con lo acordado. Si cuando ocurre esto piensas: «No cuesta nada hacerlo bien.», tal vez sea debido a que tu necesidad es mantener el orden, sentir que todo funciona de manera responsable y que las cosas tienen sentido.
Si eres de los que necesita que las cosas se hagan bien y te saca de quicio que algo se haga a medias, como si el esfuerzo no importara, tal vez sea debido a que tu necesidad es sentir orden, responsabilidad y compromiso.
Porque claro, cuando todo está en su lugar y las cosas se hacen como se deben, todo fluye mejor, ¿verdad?
2️⃣ Si eres de los que se enfada cuando los demás parecen egoístas…
Si te frustra cuando los otros no valoran lo que haces por ellos o parecen preocuparse solo por sí mismos. Si cuando ocurre esto te dices: «¿Tan difícil es dar las gracias?», tal vez sea debido a que tu necesidad es sentirte valorado, que reconozcan tu esfuerzo y que aprecien lo que aportas.
Si eres de los que siempre está pendiente de los demás y te hierve la sangre cuando notas egoísmo o falta de agradecimiento, tal vez sea debido a que tu necesidad es sentir que lo que haces importa y se valora.
Porque, oye, ya que te desvives por los demás, un poquito de reconocimiento no estaría de más, ¿no crees?
3️⃣ Si eres de los que se desespera con la ineficiencia y la pérdida de tiempo…
Si te pone de los nervios que la gente llegue tarde, que las cosas no tengan un propósito claro o que se alarguen sin sentido. Si cuando te ocurre esto la frase que te ronda por la cabeza es: «Si no lo vamos a hacer bien, mejor no lo hagamos.», tal vez sea debido a que tu necesidad es aprovechar el tiempo, avanzar hacia un objetivo concreto y que el esfuerzo sea efectivo.
Si eres de los que no soporta perder el tiempo y te desespera estar rodeado de indecisiones, retrasos o conversaciones que no llevan a ninguna parte, tal vez sea porque necesitas foco, eficacia y resultados.
Al fin y al cabo, el tiempo es oro, y tú lo sabes bien.
4️⃣ Si eres de los que no tolera la superficialidad…
Si te irrita cuando las conversaciones no van más allá de lo trivial o sientes que las personas no son auténticas. Si cuando ocurre esto quizás piensas: «No puedo con las máscaras y los postureos. Sé tú mismo de una vez.», tal vez sea debido a que tu necesidad es la autenticidad, conectar de forma real y profunda con los demás.
Si eres de los que aprecia la autenticidad y te revienta la falsedad, la superficialidad o sentir que alguien no es sincero contigo, tal vez sea porque necesitas profundidad, conexión real y un espacio para que tú y los demás puedan ser auténticos sin máscaras.
Porque lo verdadero, aunque sea imperfecto, siempre vale más, ¿no?
5️⃣ Si eres de los que no soporta que invadan su espacio…
Si te molesta que te interrumpan cuando estás concentrado o insistan en conectar contigo emocionalmente cuando no lo deseas. Si cuando ocurre esto piensas: «Déjame mi tiempo, ¿tan complicado es?», tal vez sea debido a que tu necesidad es tener tu espacio, respetar tu ritmo y sentir que tienes el control de tu entorno.
Si eres de los que valora su espacio personal y te pone de los nervios que alguien invada tu tiempo o te presione cuando no estás de humor, tal vez sea porque necesitas autonomía, silencio y respeto por tus límites.
Y oye, eso no tiene nada de malo, todos necesitamos nuestro rinconcito de paz.
6️⃣ Si eres de los que se enfada cuando las cosas son impredecibles…
Si te irrita que las personas no cumplan su palabra, sean inconstantes o te hagan dudar de ellas. Si cuando ocurre esto piensas: «¿Por qué no hacen lo que dijeron que iban a hacer?», tal vez sea debido a que tu necesidad es sentir estabilidad, confiar en los demás y saber que puedes contar con ellos.
Si eres de los que busca seguridad en todo momento y te irrita que alguien sea impredecible, que no cumpla con lo que dice o que te haga dudar de sus intenciones, tal vez sea porque necesitas estabilidad, confianza y claridad.
Porque, sinceramente, ¿a quién le gusta andar con incertidumbres?
7️⃣ Si eres de los que no aguanta el aburrimiento…
Si te desespera la monotonía, las rutinas sin fin o sentir que no tienes opciones. Si cuando ocurre esto te dices: «No me quites las opciones, por favor.», tal vez sea debido a que tu necesidad es la libertad, tener variedad y mantener vivo tu entusiasmo.
Si eres de los que no soporta el aburrimiento y te pone de mal humor estar atrapado en la rutina o sentir que no tienes opciones para elegir, tal vez sea porque necesitas variedad, libertad y un toque de diversión en todo lo que haces.
Al fin y al cabo, la vida está para vivirla, ¿no?
8️⃣ Si eres de los que no tolera que le digan qué hacer…
Si te enfurece cuando alguien intenta controlarte, imponerte algo o ponerte límites. Si cuando ocurre esto es posible que pienses: «¿Quién te crees que eres tú para decirme lo que tengo que hacer?», tal vez sea debido a que tu necesidad es la autonomía, mantener tu independencia y sentir que tienes el control de tu vida.
Si eres de los que no quiere que le digan qué hacer y te enciendes cuando alguien te quiere imponer sus reglas o te pone obstáculos, tal vez sea porque necesitas autonomía, control sobre tus decisiones y sentir que puedes abrirte camino a tu manera.
Porque, a fin de cuentas, nadie mejor que tú sabe cómo hacer las cosas.
9️⃣ Si eres de los que se enfada cuando lo ignoran…
Si te molesta que no te escuchen, que te hagan sentir invisible o que no tengan en cuenta tu opinión. Si cuando sucede esto piensas: «¿Acaso no existo para ti?», tal vez sea debido a que tu necesidad es sentirte reconocido, que te valoren y que te incluyan en las decisiones.
Si eres de los que no se siente tenido en cuenta y te duele que te ignoren o que no valoren tu opinión, tal vez sea porque necesitas sentir que eres importante y que lo que piensas cuenta.
Porque, vamos, todos merecemos un lugar en la mesa, ¿no te parece?
Cada enfado tiene una razón de ser y nos habla de lo que necesitamos en el fondo. Si logramos identificar esas necesidades, no solo podremos gestionar mejor nuestras emociones, sino también comunicarlas de una forma más constructiva.
Teniendo en cuenta estos ejemplos, si queremos comprender la naturaleza de nuestro enfado y también nuestras necesidades, ¿qué te parece si empezamos a darle forma en nuestro interior antes de compartirlo con los demás? Por ejemplo:
- «Cuando veo el desorden, me siento frustrado porque necesito un entorno organizado para poder concentrarme y trabajar de manera eficiente.»
- «Cuando mis esfuerzos no son valorados, me siento desanimado porque necesito sentirme reconocido y apreciado por lo que hago.»
- «Cuando me interrumpen mientras estoy concentrado, me siento frustrado porque necesito tiempo y espacio para poder pensar con claridad.»
- «Cuando alguien intenta imponerme sus ideas, me siento limitado porque necesito sentirme autónomo y tomar mis propias decisiones.»
- «Cuando mi opinión no es valorada, me siento desanimado porque necesito sentirme parte del grupo y que mis ideas sean escuchadas.»
Sabiendo esto:
¿Qué puedes hacer tú por ti mismo y que te gustaría pedir a los demás?
Y.
Cuando veas a alguien molesto, ¿qué harás a partir de ahora? 😊
La próxima vez que veas a alguien enfadado, puedes preguntarte: ¿Qué necesidad puede haber detrás de ese enfado? Porque puede que no sea algo personal, sino una forma de pedir lo que necesita.
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