Cómo gestionar el enfado: 5 errores que debes evitar

Abr 17, 2025 | Gestión Emocional

Descubre los 5 errores más comunes al gestionar el enfado y aprende cómo evitarlos. Claves prácticas para mejorar tu respuesta emocional y vivir con más calma.

Gestionar el enfado no es algo que nos enseñaron.
No viene en el manual de instrucciones de la vida, ni lo aprendimos viendo dibujos animados, ni en clase de matemáticas.

Así que no es raro que, al intentar lidiar con lo que sentimos, cometamos errores.
Y el problema no es cometerlos.
El problema es repetirlos sin darnos cuenta.

Hoy te comparto 5 errores muy frecuentes y, lo más importante, cómo empezar a evitarlos.

⒈ Reprimirlo y hacer como que no pasa nada
✋ “No pasa nada”.
😐 “Estoy bien”.
🙂 “Solo estoy un poco cansada”.

Spoiler: sí pasa algo.
Y lo que no se expresa, se acumula.
Y lo que se acumula, tarde o temprano, sale por donde menos esperas: con tu pareja, con tus hijos, en el trabajo, o en ese momento random en el que te salta la tostada y parece el apocalipsis.

Cómo evitarlo:
Aprender a darle nombre a lo que sientes y permitirte expresarlo sin juicio.
No hace falta que montes un drama. Pero sí necesitas espacio para reconocer tu enfado y explorarlo.

⒉ Buscar culpables fuera
🏈 «El problema es mi jefe».
🏐 «Es que mi pareja no colabora».
🏀 «Si mis hijos me obedecieran, yo estaría tranquila».

Claro que las circunstancias influyen.
Pero si todo y todos te sacan de quicio, es buena señal de que hay algo que no estás mirando dentro.

Cómo evitarlo:
Pasar del enfoque reactivo («esto me pasa por culpa de…») a uno más responsable:
«¿Qué me está mostrando esta situación?»
«¿Qué necesito y no estoy expresando bien?»

El enfado deja de ser enemigo cuando se convierte en una pista.

⒊ Esperar a que se pase solo
🤞 «Mañana seguro que ya no me molesta».
🤷‍♀️ «Ya se me irá quitando».
🧹 Barrido emocional debajo de la alfombra.

Y al principio parece que funciona.
Pero el enfado no desaparece, se recicla. Y con cada situación nueva, se acumula más rápido.

Cómo evitarlo:
Hazle espacio.
Pregúntate:
«¿Qué ha provocado esto?»
«¿Qué necesito cambiar, pedir o poner en límites?»

Lo que no se trabaja, se repite.

Creer que enfadarte te hace fuerte
💥 «Así la gente me respeta».
💥 «Si no me hago notar, me pasan por encima».

Confundir el enfado con poder es más común de lo que parece.
Pero gritar no es autoridad. Controlar no es respeto.
Reaccionar sin filtros es descontrol, no fortaleza.

Cómo evitarlo:
Redefine lo que es ser fuerte:
Ser fuerte es mantener la calma sin tragarte lo que sientes.
Ser fuerte es expresarte sin perderte.

Eso no se consigue de la noche a la mañana, pero sí se entrena.
(Sí, en GTI lo trabajamos desde el día uno.)

⒌ Creer que no puedes cambiar
🧠 «Yo soy así».
🧠 «Siempre he tenido mal genio».
🧠 «A mi edad ya no voy a cambiar».

Este pensamiento es el gran saboteador silencioso.
Te convence de que no vale la pena ni intentarlo.
Y lo peor: te impide ver que ya has cambiado muchas veces en tu vida.

Cómo evitarlo:
Recuerda: el cambio no empieza con la solución perfecta.
Empieza con una decisión: quiero hacerlo distinto.

Y si estás leyendo esto, es que ya estás en ese punto.

En resumen…
Si quieres dejar de vivir enfadada, empieza por dejar de sentirte mal por estarlo.

El enfado no es el enemigo.
La clave está en aprender a gestionarlo, entenderlo y canalizarlo.

Y si necesitas acompañamiento para hacerlo, en Gestiona Tu Ira tienes un proceso completo para transformar tu relación con el enfado, contigo y con el mundo.

📍 Aquí puedes conocer más sobre el proceso GTI

¡Bienvenida!

Descubre una nueva forma de relacionarte con el mundo.

PROGRAMA

Gestiona tu ira