¿Tu entorno laboral te agota? Aprende a gestionar tu enfado antes de que pase factura

Dic 9, 2024 | Gestión Emocional

¿Has tenido alguna vez un día de esos en el que hasta el sonido del teclado de tu compañero te saca de quicio y te entran ganas de partir el boli en dos?

¡Ojo! Aunque ahora te pueda sonar a chiste, esos momentos no son inofensivos.

La ira que no se gestiona adecuadamente puede arrasar con tu salud mental y convertir tu entorno laboral en un ring de boxeo emocional.

Entender y gestionar tu enfado es clave para sobrevivir (y prosperar) en el trabajo.

Algunos datos

Según el ‘Barómetro global del talento 2024’ de ManpowerGroup, el 70% de los empleados en España sienten que su trabajo es muy estresante. Y ya sabes que el estrés y el cabreo van muy de la mano. Si te cabreas, te generas estrés y si sientes estrés, tu cuerpo lo percibe como un ataque —una amenaza—, y tienes más probabilidades de conectar con tu versión más iracunda, porque estás en modo supervivencia y a la que salta.

¿Qué significa no gestionar tu enfado?

Según datos de la Seguridad Social, en España, el 8.2% de las bajas laborales de 2023 estuvieron relacionadas con trastornos como la ansiedad y la depresión​.

Tremendo, ¿verdad?

Ahora añade un poco de irritabilidad mal gestionada a ese cóctel, y el resultado es un impacto directo en tu rendimiento y tus relaciones laborales.

¿A qué puedes prestar atención?

1️⃣ Sobrecarga laboral
Sentirte desbordado puede activar el modo «grito interno». Si no lo gestionas, es posible que acabes teniendo algún que otro mal rollo con tus compañeros o que, cuando menos te lo esperes, te salga una de esas respuestas que te podías haber ahorrado.

2️⃣ Falta de reconocimiento
Nada desata más frustración que un esfuerzo ignorado. Aquí es fácil que aparezcan pensamientos como: «¿Qué más tengo que hacer para que me valoren?». Este pensamiento, repetido día tras días, puede acabar agotándote y desmotivándote.

3️⃣ Expectativas poco claras
No saber qué se espera de ti es un caldo de cultivo para la irritación y el desgaste emocional. Cuando tienes la sensación de que vas sin rumbo, es fácil caer en la desgana y dejar de darle importancia a lo que haces.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT), encargada de promover condiciones laborales justas y seguras a nivel global, ha identificado que los conflictos emocionales y la falta de regulación de las emociones reducen la confianza, deterioran las dinámicas de equipo y disparan el absentismo​.

¿Por qué deberíamos hablar de beneficios?

Cuando decides tomar las riendas de tus emociones, el cambio es palpable:

1️⃣ Mayor productividad
Un cerebro en calma resuelve problemas; uno furioso, los crea.

2️⃣ Mejores relaciones interpersonales
¿Quién no quiere un entorno laboral donde reine el respeto mutuo?

3️⃣ Satisfacción laboral
Gestionar bien tus emociones te ayuda a sentirte más pleno, incluso en los días que más te ponen a prueba.

¿Qué puedes hacer para evitar sobrecargarte?

1️⃣ Tu jefe se ha olvidado de mencionar tu esfuerzo en la reunión
Respira, respira, respira. Aplica la presunción de inocencia y no malpienses hasta que se demuestre lo contrario, que igual se le ha olvidado —simplemente eso—, pero no te quedes con la espinita clavada. Busca un buen momento y habla con él (o ella) en privado y exprésale cómo te sientes de manera asertiva. Recuerda, sin acusar.

2️⃣ Un compañero de tipo ‘mosca cojonera’ te interrumpe constantemente
No tienes por qué estar aguantando que te entrecorte y te saque de tu flow. Es un buen momento para definir unos límites claros. De nuevo, busca un buen momento y usa la fórmula asertiva: Cuando ocurre X, me siento Y, porque necesito Z.

3️⃣ Sobrecarga laboral que te hace explotar
Algunas veces puede ser cosa nuestra porque no nos sabemos organizar (sí, hay que reconocerlo) y otras es porque de verdad tenemos una pila de curro interminable.

Si eres líder, te recomiendo especialmente que eches un vistazo al siguiente libro: «La semana laboral de 4 horas» (RBA).

Si te cuesta organizarte, hay técnicas que nos hacen ver cómo priorizamos, delegamos y nos organizamos, que nos pueden cambiar la vida. Si de verdad tienes cerca a una persona que te sobrecarga hasta decir basta y consideras que eso es inhumano, toca poner límites.

No delegues tu bienestar en la empresa

De verdad te lo digo, esto es esencial: tu bienestar emocional no es responsabilidad de Recursos Humanos, aunque su apoyo suma. Haz todo lo que esté en tu mano para gestionar lo mejor posible esas emociones y que el trabajo no termine siendo un enemigo.

Empieza hoy. Respira, reflexiona y elige actuar en lugar de aguantar o reaccionar.

Hazlo por ti.

Si quieres dar un paso más hacia una gestión emocional más efectiva y construir mejores relaciones en tu vida laboral y personal, escríbeme para más información o para reservar una primera sesión.

¡Bienvenida!

Descubre una nueva forma de relacionarte con el mundo.

PROGRAMA

Gestiona tu ira